jueves, 13 de diciembre de 2012

Imperio Islámico

Tras el profeta Mahoma, sus sucesores, los califas perfectos, extienden su dominio político y religioso por las provincias más ricas y pobladas del Imperio bizantino (Siria, Egipto, Palestina), destruyen el Imperio sasánida y conquistan Mesopotamia. La conversión al Islam de los pueblos recién conquistados aportó recursos humanos y económicos al Califato para poder continuar la expansión por Occidente y Oriente.

Desde el punto de vista político, la sucesión de los califas perfectos será la cuestión más grave ocurrida en el proceso de constitución del Imperio islámico.

A la muerte del profeta, su suegro Abu Bakr (Abubéquer) fue elegido califa (sucesor) contra la opinión de los partidarios de Alí (primo del profeta y esposo de Fátima, la hija de Mahoma). Abu Bakr sometió a las tribus de nómadas independientes a la comunidad musulmana; terminada la conquista de Arabia marcha hacia Siria y Persia y derrota a los bizantinos en las proximidades de 
Jerusalén

El Imperio bizantino


A raíz de la muerte del emperador Teodosio en el 395 el imperio romano quedó dividido en dos partes. Pero mientras que el Imperio de Occidente luego sucumbió ante los ataques de los bárbaros, el Imperio de Oriente logró mantenerse.
En el siglo VI la grandeza y el poder de Roma fueron restaurados brevemente por el emperador Justiniano (527-565) cuyos generales lograron derrotar a los vándalos ostrogodos y restablecer la autoridad imperial en el norte de África, en el sur de España y en Italia.
Sin embargo, en el curso de las violentas luchas contra los ostrogodos, Italia sufrió terribles estragos y su economía fue destruida en gran parte.
El aporte más importante de Justiniano a la civilización occidental fue la codificación del Derecho Romano. Justiniano hizo construir caminos, acueductos y magníficos edificios públicos en Constantinopla y contribuyó a hacer de ella una de las maravillas de la Edad Media, con la cual no se podía comparar ninguna ciudad de occidente.

La Civilización Islámica


La península Arábiga, habitada en los primeros siglos de la era cristiana por beduinos nómades o semisedentarios, fue el contexto geográfico y humano del que brotaron la cultura y la civilización islámicas.

Se dice que en La Meca, centro de peregrinación, ciudad de caravanas y núcleo mercantil del mundo medieval nació Mahoma. Allí la verdad le fue revelada y comenzó su prédica del Islam hasta que en el 622 -inicio de la Hégira-, fue a refugiarse bajo peligro de muerte a la ciudad de Medina, en la cual encontró protección y creó los fundamentos espirituales e institucionales de la comunidad musulmana. Los diez años de su vida en Medina y los treinta que siguieron a la muerte de Mahoma, en que gobernaron los cuatro califas ortodoxos que le acompañaron en vida (632-661), son reputados por el sentimiento musulmán como "la edad de oro" del Islam.




martes, 11 de diciembre de 2012

El Feudalismo


El feudalismo fue el sistema de organización más característico de la Edad Media. Se trató de un sistema contractual de relaciones políticas, militares y económicas entre el rey, la nobleza, los campesinos e incluso los eclesiásticos.Este sistema de vasallaje cruzaba toda la escala social, desde el más humilde campesino hasta el más encumbrado duque.
Su principal característica fue la concesión de feudos o territorios que el monarca otorgaba a los vasallos que se hubieran destacado en la guerra o en otra forma de servicio. Pero esta donación no obedecía solamente a la generosidad de los soberanos, sino que constituía una manera de asegurar la defensa y la unión del reino. Su entrega se suscribía durante la realización de un acto de gran solemnidad que se dividía en tres etapas: homenaje, juramento de fidelidad e investidura.